Aria Blake

DESCRIPCIÓN FÍSICA

Aria es una chica normalita. Es un poco bajita y delgada. Su pelo es de color castaño oscuro, tanto que con poca luz se puede llegar a ver de colo negro. Lo tiene bastante largo, con bucles por todo el cabello. Sus ojos son de color verde. Un verde precioso, claro y brillante. Estos reflejan en todo momento su estado de ánimo, y están enmarcados por sus largas pestañas. Su piel es clara. No llega a un blanco nuclear, pero es una chica un poco pálida de por si. Tiene una voz dulce y suave, y no canta nada mal. Cuando no lleva el uniforme reglamentario, suele llevar muchos vestidos de tonos claros.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

La característica más destacable de Aria es que es cabezota. Pero cabezota de narices. Como se le meta algo en la cabeza va a ser muy difícil que logres sacárselo.Le encanta meterse en líos, aunque luego le cuesta bastante salir de ellos. Por eso se ha llevado bastantes riñas de su familia, aunque tampoco es que les haya hecho mucho caso. Dejando esta característica atrás, Aria es una chica muy dulce y simpática, o al menos por su apariencia. No es que su carácter varíe mucho... A no ser que la pilles cabreada. Aunque esto no suele suceder muy a menudo, porque tiene una paciencia infinita y suele tomarte todo más o menos bien. Es una chica bastante inocente. A veces es un poco tímida.

HISTORIA

Aria no tiene una historia precisamente bonita. Su madre murió al nacer ella, así que creció sin ella. Y si eso no fuese suficiente castigo para la niña, su padre la rechazó. Al principio, ella no percibía el odio del hombre, y le procesaba el cariño que cualquier niña le procesaría a su progenitor, pero a medida que Aria crecía, se dio cuenta de que su propio padre la acusaba de ser la causante de la muerte de su madre. Durante los primeros años de su vida, la cosa quedó allí, y fue su anciana abuela quien cuidó de ella. Enseñó a Aria a leer, y así su pasión por los libros. Sin embargo, cuando la muchachita tenía 10 años, su abuela murió, y tuvo que volver a pasar la mayoría del tiempo en su propia casa. A partir de entonces, quizás porque el hombre no soportaba su presencia, empezó a maltratar a Aria. La pegaba, sobre todo, aunque si por él hubiera sido, ella habría muerto de hambre. Por suerte, le llegó la carta de Hogwarts a los 11 años, y se fue a estudiar magia. Sin embargo, cada vez que regresa en verano, su padre sigue pegando a la niña.